UN HUEVO ENTRE TUS MANOS

Si quieres escucharlo con MÚSICA, PINCHA AQUÍ (son 3 horas de música, así que puedes ponerlo dónde a ti más te guste)

Ha llegado la primavera y la imaginación ha hecho oscilar como un péndulo el movimiento de estas manos. Y yo no sé si es realidad o sueño, pues por más que afino mi mirada con arrugas aún pequeñas en mis ojos, no dejo de contemplar un huevo transformándose de rostro.

Que no digo mentiras, ¡¡¡que yo he visto un huevo!!! 

Y si no observar... "pues en la quietud de estas fotos se ve mejor la movilidad del huevo que habita entre estas manos".

Claramente se trata de un HUEVO ESCALFADO, de esos que se hacen dentro del agua pero no de cualquier manera. 

Es imprescindible la ayuda de un cuenco (o mano) para depositarlo despacio en el agua con un ligero juego de muñeca. Una vez en el agua, 3 minutos y listo. 

Así respira su mano, siempre atenta al agua hirviendo y en el justo momento, agarra el cuenco hecho a medida y te presta su reconocida ayuda. Siempre calmada, serena y atenta pues al caer el huevo al caldo, no ha de perder al incauto que se perdió en el hervor de estas aguas.

Y es que este POCHADO HUEVO de perfecta morfología, se sujeta entre hercúleas manos de delicadas manías, ofreciendo un exterior compacto que al abrirlo en el plato se convierte en dulce y tierna melodía. 

Otras veces se revela como un claro REVUELTO HUEVO, y no lo digo por el desorden que conlleva el batirlo y removerlo, sino porque es capaz de cambiar la forma de la rutina de las cosas, marcando su propio estilo, allí donde este se posa.                                                                       Sujetándole unas manos atrevidas y flexibles, que aprenden y desaprenden todo aquello que es sensible. Una mezcla exquisita, un manjar diferente para el paladar de aquellos que son un poco exigentes.  

Y ahora este se balancea como un HUEVO COCIDO entre sus manos, o quizás sólo se quede como POR AGUA PASADO. 
Lo que sí es necesario  son estas manos decididas, que no albergan desconfianza ante el fuego que lo aviva.  
No importa si es duro o blando lo que queda como resultado, lo importante es el aroma que se queda en las manos.

Pero si dejas pasar el tiempo un HUEVO DURO se ha cuajado, con esa curiosa hechura que separa lo amarillo de lo blanco.

Manos sencillamente blancas y de un amarillo resultón, que sujetan con distinguida sutileza esta perfecta formación.












Y por último, se divisa la mejor de las viandas, un crujiente HUEVO FRITO para que se te salten las lágrimas. 
Con forma de corazón le sujetan sus manos, risueñas y sonrientes así son sus manos.  

PARA  S.A.M.
 CALIMERO  forever

MANOS QUE EVOCAN UNA SONRISA ETRUSCA

"En la carnal arcilla del viejo rostro ha florecido una sonrisa que se petrifica poco a poco, sobre un transfondo sanguíneo de antigua terracota. 

Atraída por la canción guerrera y por los gritos de la niña, la reconoce en el acto: LA SONRISA ETRUSCA" (José Luis Sampedro)

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Manos lindas trazadas por ochenta y siete hilos de vida, donde las primaveras dejaron su huella y los inviernos fríos reposaron su hedor. Cada pliegue de su mano, cada herida de su piel, es un trazo de su bella existencia, aquella que de algún modo nos marcó.

Junto a ellas, las manos de María,  su última generación,  manos nuevas, vacías de pericia y sin embargo, tan  necesitadas de amor. Manos pequeñitas y graciosas, de olor lácteo, tan suaves y limpias. Su puño escondido cabe entre sus manos, y sin embargo es ella la que le agarra con decisión.

Y entre sus manos, he contemplado una pequeña sonrisa, una tímida y graciosa sonrisa etrusca, que me desvela la ternura de dos vidas que hoy se entrecruzan para brindar por su amor. Y es  que "en esa sonrisa etrusca resplandece la vital sabiduría de la carne", la que siente el orgullo de ser madre, porque gracias a ella surgió este último eslabón.

Larga y fructífera es la línea de sus vidas, y que bonito encontrarse justo en este instante, entre el roce de sus manos. Una imagen para una pequeña memoria, que siempre tendrá en ella el recuerdo del afecto de su bisabuela. 

Dice José Luis en su Sonrisa Etrusca, que "deberíamos vivir tantas veces como los árboles, que pasado un año malo echan nuevas hojas y vuelven a empezar". Y yo creo que de algún modo, somos como los árboles, lo único que no cambiamos las hojas en un solo año, si no a lo largo de toda nuestra vida, y volvemos a vivir en cada suspiro de vida que dejamos por el camino. Por eso, sé que ella, mi abuela, vivirá eternamente.  

"En un súbito impulso se abrazaron, metiendo cada una en su pecho el del otro hasta besarse con los corazones"

(MANOS DE MI ABUELA Y MARÍA)

LAS MANOS QUE ME DIERON LA VIDA

Si quieres leerlo acompañado de música: PINCHA AQUÍ

(1ª Recomendación: Espera a los primeros acordes de la guitarra)

(2ª Recomendación: Vuelve a leerla siguiendo la canción)

(3ª Recomendación: Y ahora vuelve a leerla al compás de la música)

Mis primeras manos, las de mi "gran dama". 

Las primeras que me mecieron entre caricias 

mientras me regalaban su alma.

Manos que me acompañaron al cruzar la calle. 

Aquellas que peinaron y despeinaron mis cabellos, 

...las que alimentaron todos mis recreos.   

En ellas siempre encontré mi guarida,

el lugar más cálido para guarecerme del miedo,
y de todo el desconsuelo que me trajo la vida.

Manos alegres y bondadosas, 

manos llenas de sonrisa. 

SONRÍE

Manos manchegas llenas de harina de almorta,
mezcladas con un aroma castizo,
allí donde su casa reposa.


Manos de artista con miles de colores,
que dan pinceladas de alegría a todos los sinsabores. 

Manos luchadoras, 

manos valientes, 

manos rebosantes de coraje.

... Y SONRÍE

 Siempre acompañadas de "sus manos" (las de él)

su bastón,

 su protector,

SU AMOR,

... MI GRAN SEÑOR Y MI OTRO AMOR.

Sus manos fueron mi guía, 

un ejemplo DE VIDA, para mi vida.

... Y SIEMPRE SONRÍE

Las manos de una madre, mi madre,

las más bonitas por ser única,

y que más puedo decir, 

...

porque solo ella las tiene.

¡¡¡¡FELICIDADES!!!!!

CHOMUROEQUITE

PRÓLOGO:

MANO: Dícese de la parte del cuerpo humano unida a la extremidad del antebrazo y que comprende desde la muñeca inclusive hasta la punta de los dedos (R.A.E.)

MIS MANOS: Únicas de cada personas y sin embargo, marcadas por la herencia de sus antepasados. Mi parte favorita donde siempre reposa mi mirada y sin querer, se guarda en el archivo de mi memoria.

Prácticas, mensajeras, habladoras, calladas, con personalidad, nerviosas, extravagantes, cansadas, curiosas, con ritmo... pero todas ellas, siempre vivas.

Porque este es un blog para METER MANO a MI VIDA, porque cada una de MIS MANOS cuenta una historia y porque cada historia forma parte de MI VIDA.

Y todo ello, es un homenaje a todas MIS MANOS PERDIDAS y a todas aquellas que todavía PERMANECEN.